TURBERAS FUEGUINAS.

 ESPONJAS DE AGUA Y CARBONO ATMOSFÉRICO

 

 

María Florencia Rossi1  Mariano Iseas2  Hugo Pereyra3  Verónica Pancotto4

 

 

1 Centro Austral de Investigaciones Científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. rossim@agro.uba.ar

 

2 Centro Austral de Investigaciones Científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. miseas@agro.uba.ar

 

3 Centro Austral de Investigaciones Científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. hugopereyra3007@gmail.com

 

4 Centro Austral de Investigaciones Científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. vpancotto@untdf.edu.ar

 

 

Resumen

Las turberas son humedales que se caracterizan por la lenta descomposición y una importante acumulación en profundidad de materia orgánica resultante de las plantas que crecen en el lugar. Las condiciones de acidez, saturación de agua, bajos niveles de oxígeno y las bajas temperaturas limitan la actividad de los microorganismos descomponedores, favoreciendo la acumulación de depósitos orgánicos (turba). Estos ecosistemas ocupan una gran superficie de la provincia de Tierra del Fuego y brindan diferentes bienes y servicios ecosistémicos a la sociedad. En este artículo brindamos información sobre el rol de las turberas y su importancia para la conservación.

 

Palabras clave: Turberas fueguinas, Humedales.

 

Abstract

Peatbogs are wetlands characterized by the slow decomposition and accumulation in depth of organic matter from plants that grow in situ. Acidic and waterlogged conditions, low temperatures, and low oxygen levels limit the development of decomposing organisms, leading to organic accumulation (peat). These ecosystems cover a large area in the province of Tierra del Fuego and provide different ecosystem services to society. In this article, we provide an understanding of the role of peatlands and their importance for conservation.

 

Key Words: Fuegian peat bogs, Wetlands.

Portada. Imagen de una turbera dominada por el musgo Sphagnum magellanicum entre el bosque de Nothofagus sp. (valle de Andorra, Ushuaia).

 

¿QUÉ SON LAS TURBERAS? ¿CÓMO SE DESARROLLAN?

Al recorrer el sur de Tierra del Fuego capturan nuestra atención las extensas y llamativas planicies de color rojizo que encontramos entre el bosque. Estos ecosistemas, las turberas, son un tipo de humedal que se caracteriza por la acumulación de materia orgánica en profundidad, originada por la muerte y descomposición parcial de las plantas del lugar (Figura 1). La lenta descomposición se debe a la combinación de diferentes condiciones desfavorables para el desarrollo de los organismos descomponedores: saturación superficial de agua, bajas temperaturas, acidez y anoxia. De esta forma, ocurre una producción y acumulación del depósito orgánico, rico en carbono (C), llamada turba.

 

Figura 1. Perfil de una turbera en explotación. Se observan distintas capas en profundidad que indican cambios ambientales o de la vegetación durante los miles de años de su desarrollo.

 

Las turberas más llamativas por su color y extensión en el paisaje fueguino son las dominadas por el musgo Sphagnum (ver Ficha Técnica La Lupa de este número). Este musgo crece en promedio 1 cm/año y debido a la compactación en profundidad, la acumulación es de 1 mm/año. El espesor de las turberas supera los 50 cm, y en Tierra del Fuego llega a alcanzar 11 metros de profundidad, que demoraron más de 10.000 años en acumularse (Figura 2). Además de estas turberas (Figura 3C), también encontramos turberas de ciperáceas (Figura 3A), compactas o en carpeta dominadas por plantas vasculares (Figura 3B).

 

   

 Figura 2. Tipos de turberas más representativas: A. Turbera de Sphagnum; B. Turbera de ciperáceas. C. Turbera compacta o en carpeta.

 

Figura 3. Especies vegetales comunes de turberas. Marsippospermun grandiflorum, Empetrum rubrum (murtilla). B: Astelia pumilia, Donatia fascicularis, Caltha dioneifolia, musgo marrón y hepáticas. C: Chiliotrichum diffusum (mata negra). D: Tetroncium magellanicum E: Drosera uniflora (de color bordó) en flor. Se observan las hojas modificadas donde atrapan y digieren a pequeños artrópodos. F: Ñires con desarrollo arbustivo creciendo en matriz de Sphagnum sp.


La mayoría de las turberas fueguinas se originaron luego del retroceso de los glaciares, tanto en sitios donde quedó expuesto el suelo sobre el cual se movilizó el glaciar como en lagunas generadas por su derretimiento, que luego fueron colonizados por plantas acuáticas.

 

DISTRIBUCIÓN MUNDIAL DE TURBERAS Y EN TIERRA DEL FUEGO

 

Las turberas tienen amplia distribución global y constituyen más del 50 % de los humedales del mundo. Son muy frecuentes en latitudes medias y altas de ambos hemisferios. También existen turberas en las selvas de los trópicos (aguajales) y en la Cordillera de los Andes (páramo).

Tierra del Fuego concentra el 95 % de las turberas de Argentina. Se distribuyen desde el sector central de la isla hacia el sur y el este, ubicadas generalmente en el fondo de los valles, y a cubrir una superficie aproximada de 2700 km2. La mayor extensión se encuentra en península Mitre, región única en el mundo.

 

BIODIVERSIDAD

 

Las turberas fueguinas alojan una gran diversidad de especies vegetales. Se contabilizaron al menos 126 especies de plantas vasculares, de las cuales 77 especies son endémicas. La matriz de una turbera puede estar dominada por el musgo Sphagnum magellanicum (Figura 4A)por Astelia pumila (Figura 4B) o por Carex spp. y con asociaciones de musgos y plantas hepáticas. Sobre esta matriz crecen plantas vasculares: herbáceas (Figura 4D) o leñosas como mata negra (Figura 4C), murtilla (Figura 4A), chaura y ñires o guindos con escaso desarrollo (Figura 4F). Algunas especies, como la planta insectívora Drossera uniflora (Figura 4E)sólo se encuentran en estos ecosistemas. Otros organismos fotosintéticos, presentes en los pequeños cuerpos de agua y entre musgos, son las microalgas verdes y las cianobacterias. También podemos encontrar bacterias, virus y especies de hongos, que tienen un rol fundamental en la descomposición.

 

 

Figura 4. Esquema del ciclo de carbono en una turbera.

 

 

 

La entomofauna de las turberas presenta estrechas relaciones con otras regiones australes del planeta. Podemos destacar órdenes de insectos como: coleópteros, hemípteros, himenópteros, dípteros, lepidópteros y odonatos. También son comunes otros artrópodos como colémbolos, arácnidos y miriápodos. La sensibilidad de las turberas hace que los insectos sean valiosos como indicadores biológicos de su estado ambiental.

 

 

LAS TURBERAS COMO SUMIDERO DE CARBONO (C) Y SU LENTA DESCOMPOSICIÓN

 

Son ecosistemas estratégicos a escala mundial debido a la gran cantidad y diversidad de servicios ecosistémicos que brindan a la sociedad (Tabla 1). Se destaca su papel fundamental en la mitigación del cambio climático, por la capacidad de secuestrar C atmosférico y almacenarlo en forma de turba. Si bien ocupan sólo el 3% de la superficie terrestre, almacenan más de 600 Gigatoneladas de C, equivalente al 30% del C global acumulado en el suelo o al 75% del C presente en la atmósfera.

 

Tabla 1. Servicios ecosistémicos que brindan las turberas con su potencial beneficio para la sociedad.

La acumulación de la turba ocurre siempre que el balance de C sea positivo, es decir, que la formación de turba nueva supere la descomposición o pérdida de lo acumulado. En el ciclo de C de las turberas (Figura 5), el carbono es incorporado mediante fotosíntesis en las plantas, parte vuelve a la atmósfera como dióxido de carbono (CO2) por respiración y descomposición del material vegetal senescente, y parte sale del sistema como carbono orgánico disuelto (COD) en el agua. Es importante mencionar que el COD representa un subsidio de energía y nutrientes para los ecosistemas acuáticos. El grado de pigmentación oscura de los cuerpos de agua de la región nos indica el grado de influencia de las turberas sobre ellos. Por su parte, en la zona saturada, donde hay poco oxígeno por acción de arqueobacterias, se produce metano (CH4), otro gas de efecto invernadero. Dependiendo de las condiciones de temperatura y nivel del agua, el CH4 puede emitirse hacia la atmósfera o puede ser consumido y oxidado a CO2.

Las condiciones mencionadas determinan la baja emisión de COy convierte a estos sistemas en sumideros de carbono. Sin embargo, debido a la fragilidad de estos sistemas frente al calentamiento global y al cambio en el uso de la tierra, podría aumentar la rapidez con la que se descompone la turba y pasar de ser sumideros de carbono a emisores netos, incrementando el efecto invernadero.

 

Figura 5. Imagen aérea de una turbera en explotación por el método artesanal de extracción (valle del río Olivia, Ushuaia).

ESTADO DE CONSERVACIÓN

 

Las turberas son ecosistemas muy frágiles al cambio climático, son susceptibles al aumento de la temperatura y a la disminución de las precipitaciones; sin embargo, hoy en día la principal amenaza para la conservación es la extracción de turba.

Al ser considerada un recurso natural no renovable, la regulación de la actividad se rige por el código de minería. La explotación de una turbera implica drenarla mediante canales para cosechar el recurso. Los primeros centímetros de las plantas que corresponden a la parte viva y fotosintéticamente activa, mueren y se acelera la descomposición por el aumento de oxígeno luego del drenaje. La actividad extractiva se desarrolla principalmente en la zona central de la isla. Hacia el norte de la isla las turberas están sometidas al uso ganadero que afecta tanto a la biodiversidad como a su estabilidad.

Es vital para la sociedad promover la conservación de estos ecosistemas, no sólo por su vulnerabilidad y la presión a la que están sometidas sino también porque representan un beneficio ambiental directo para todos. En este momento, existe una importante iniciativa, impulsada por la sociedad fueguina, para declarar “área natural protegida” a la región de península Mitre, sitio clave para conservar las turberas de Argentina, a la cual hay que prestar especial interés.

 

GLOSARIO

Anoxia: falta casi total de oxígeno.

Humedales: ecosistemas en donde hay presencia de agua permanente o semipermanente, en forma superficial o subsuperficial.

Endémicas: se refiere a especies originarias de un área y que sólo se encuentran en esa área y/o ecosistema.

Hepáticas: plantas que carecen de un sistema vascular, de pequeño tamaño y asociados a ambientes húmedos, son similares a musgos. Su nombre deriva de la forma de riñón que suelen presentar.

Plantas vasculares: aquellas que poseen tejidos bien diferenciados, como tallos, que conducen agua y nutrientes a través de los órganos de la planta.

Entomofauna: fauna compuesta por los insectos de una región.

Senescente: que se encuentra en proceso de envejecimiento.

Zona saturada: Parte de la turbera o del suelo que se encuentra permanentemente por debajo del nivel de agua (nivel freático), es decir, completamente anegado.

Arqueobacterias: microorganismos primitivos que viven en ambientes extremos, unicelulares sin núcleo.

 

 

Citas

Blanco D y V de la Balze. (2004). Los Turbales de la Patagonia. Bases para su inventario y la conservación de su biodiversidad. Fundación Humedales-Wetlands International. Wageningen.

 

García, PE, RD García y MG Mataloni. (2018). La diminuta fauna desconocida: El zooplancton de las turberas fueguinas. La Lupa. Colección Fueguina De divulgación científica 12: 2–7.

 

 Iturraspe R. (2010). Las turberas de Tierra del Fuego y el cambio climático global. Fundación Humedales-Wetlands International.

 

 Ponce F, A Coronato, M Fernández, J Rabasa y C Roig. (2014). Las turberas de Tierra del Fuego y el clima del pasado. Ciencia Hoy 23: 11-17.