Arqueología puertas adentro
Palabras clave:
actividades arqueológicas, análisis funcional de los arqueólogos, materiales arqueológicosResumen
Como hemos visto en números anteriores de La LUPA, en verano hay arqueólogos trabajando en el norte, en el centro, en el extremo oeste y en el sur de la Isla de Tierra del Fuego. Pero ¿te preguntaste qué hacen el resto del año, en este edificio amarillo llamado CADIC? En este artículo te contaremos qué actividades hacemos cuando no estamos excavando o prospectando y cuál es el camino que recorren los materiales arqueológicos desde que llegan del campo. También te presentaremos un tipo de análisis particular que se realiza a las piezas arqueológicas: el análisis funcional.
Empecemos por el principio, y el principio es ordenar.
Una vez que regresamos del campo con los materiales que recuperamos en los sitios arqueológicos (lítico, vegetal, óseo y sedimentos), se inicia el proceso de lavado, secado y rotulado, que puede durar semanas, dependiendo de la cantidad de piezas: a veces son unos cientos pero otras pueden ser miles (foto 1). Al mismo tiempo se va llenando una base de datos que nos ayuda a describir las piezas y que luego usaremos para hacer otros análisis.
Una de las primeras actividades que hacemos es secar los carbones (si es que tuvimos suerte de encontrar algún fogón durante la excavación), para que no se formen hongos que contaminan las muestras, y envolverlos en papel aluminio, para preservarlos correctamente. Con el carbón podemos fechar los sitios arqueológicos, por el método del radiocarbono (si no te acordás de qué se trata, te invitamos a leer los artículos de La Lupa número 1 y número 3).
ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s27967360/oqkt6nify
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