Bosques coloridos en el continente blanco
Las macroalgas antárticas
Palabras clave:
algas marinas bentónicas, caleta Potter, productividad primariaResumen
Las algas marinas bentónicas comprenden los grupos de micro y macroalgas que crecen asociadas al fondo marino. Las macroalgas corresponden a las algas marinas macroscópicas, que forman complejos bosques subacuáticos y que permanecen adheridas al sustrato rocoso
mediante estructuras especializadas como discos de fijación, hapterios o grampones (Figura 1). En el ecosistema marino antártico estas algas cumplen un rol fundamental como fuente de alimento de peces e invertebrados y a través de su fragmentación y descomposición, ingresan en las redes tróficas como materia orgánica particulada y disuelta.
Además, constituyen el hábitat y el refugio de invertebrados y de juveniles de peces demersales. En los ambientes donde predominan las bajas temperaturas y una fuerte estacionalidad lumínica, las macroalgas dependen de los períodos con mayor irradiación, (primavera y verano), para poder sobrevivir durante el resto del año ya que durante el invierno se encuentran expuestas a bajos niveles de luz, que se ven acentuados por el congelamiento de la superficie del mar.
Además de la luz existen otros factores que influyen en el desarrollo de estos organismos. Por ejemplo, el incremento de la radiación ultravioleta B como resultado del adelgazamiento de la capa de ozono es un fenómeno que afecta particularmente a la región antártica (ver nota lupera ), y produce efectos adversos sobre muchas de las especies de macroalgas que habitan en este ambiente. En particular, la radiación ultravioleta B puede causar daños al ADN, inhibir la fotosíntesis y afectar la supervivencia de esporas y estadios juveniles de estos organismos. Otro factor que afecta el crecimiento es la temperatura: las macroalgas antárticas son estenotérmicas y están particularmente adaptadas a bajas temperaturas, por lo que se supone que aumentos en la temperatura del agua de mar afectarían el desarrollo de su ciclo de vida, pudiendo generar variaciones en su distribución y abundancia. Hasta el momento se han identificado aproximadamente 130 especies de macroalgas antárticas, muchas de las cuales son endémicas de la región antártica. Este valor es relativamente bajo en comparación a otras regiones del planeta: en la costa patagónica argentina el registro es de aproximadamente 315
especies.
ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s27967360/tvxzaad8a
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Citas
Boraso de Zaixso AL. (2013). Elementos para el estudio de las macroalgas de Argentina. 204 pp.
De la Vega S. y Mercuri G. (2000). “Antártida. Las LEYES entre la Costa y el Mar”. Serie Explorando Nuestra Naturaleza.
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